martes, 3 de agosto de 2010
Tossa de Mar
Este fin de semana mis compañeros y yo fuimos a Tossa de Mar. Tossa de Mar es una ciudad pequeñito en Costa Brava situada alado al mar. Tenía que levantar a las siete de la mañana para coger un bus que duro unas dos horas a llegar. Cuando llegamos a Tossa de Mar, era las nueve de la mañana y todavía nada estaba abierto. Así, decidí ir a mi hotel para dejar mis cosas y explorar la ciudad. Como Tossa de Mar era bastante pequeño, no me duro mucho tiempo en explorar todo. Encontré una panadería para comerme un croissant de chocolate y tomarme un café alado al mar. Era un día perfecta. El sol estaba brillando, el mar estaba muy azul, y había una brisa fresca soplando. Después de comer el desayuno, decidí explorar la playa. Estaba muy contenta cuando me di cuenta de que no había harina pero unas piedritas pequeñas. Camine en la playa mojando a mis pies para más o menos una hora hasta que era tiempo para embarcar en un catamarán para el día. Mis amigos y yo hemos planeado este paseo en el catamarán hace unas semanas y todas estaban entusiasmadas. Cuando embarcamos, conocimos a otros pasajeros que luego aprendimos estaban allí para una despedida de soltero. Cuando aprendí esto, me puse un poca nerviosa porque todo el alcohol que querías beber estaba incluido en el precio del catamarán y no sabía si los chicos de la despedida de soltero iban a regresar sin algo mal pasando. Afortunadamente, teníamos una tripulación muy responsable y todos aseguraron que sus pasajeros estaban tomando decisiones responsables. Navegamos para más de una hora y pronto llegamos a una cala calma y preciosa. El capitán hecho la ancla y de pronto la tripulación comenzó a cocinar el almuerzo. Había aparejos de esnórkel entonces mis amigos y yo agarramos un aparejo de esnórkel cada uno y comenzamos a nadar y observar los peses bonitos. Después de investigar todos partes de la cala, decidimos relajar en unas plataformas que estaban flotando en el agua. Bañe en el sol para mucho tiempo y sin darme cuenta comencé a dormir. Mi amiga Kristen me sacudió de repente diciendo que el almuerzo ya estaba preparado. Como tenía mucha hambre me puse a nadar rápidamente hacia el catamarán. Comimos salchichas, hamburguesas, arroz, pasta, y pan para almuerzo acompañado con unas frutas y vegetales. Comí demasiado mucho y de nuevo me puse a dormir un rato más. Un ruido muy fuerte me despertó y vino de los chichos de la despedida de soltero porque estaban obligando a su amigo bailar en frente de todos con un terno de baño para chicas. Su baile era muy chistoso y cuando termino le echaron en el agua. Después de que el chico fue echado en el agua, la tripulación decidió que era tiempo de irnos por si acaso alguien fue lastimado. Navegamos de nuevo donde embarcamos en la catamarán y llegamos en poco tiempo. Cuando finalmente estábamos en la playa, regrese a mi hotel a bañarme y alistarme para salir a comer con mis amigos. Tossa de Mar está reconocido para su paella deliciosa y naturalmente eso es lo que tenía ganas de comer. Fuimos a un restaurante alado del mar con una brisa fresca y todos ordenamos una paella gigante de mariscos para compartir. Para la segunda vez en ese día comí demasiado mucho y como estaba en el sol todo el día tuve mucho sueño. Caminamos por la ciudad un poco antes de decidir regresar al hotel para acostarnos. Aunque estaba tan llena mis amigos y yo encontramos un gelatería donde una amiga y yo compartimos un gelato de nata. El gelato de nata fue muy sabroso y como mi amiga nunca lo ha probado se puso loca del sabor que le parecía tan rica. Cuando finalmente llegamos al hotel, solo tenía energía para acostarme. Me levante a las nueve de la mañana sorprendida de que no tenía calor ni una vez durante la noche aunque no teníamos un aire acondicionador. Como los aires acondicionadores son muy comunes en todas partes de los Estados Unidos, estoy muy acostumbrada de dormir con cobijas y en una atmósfera refrescante. No se si no tenia calor dado a la brisa que soplo hacia de mi ventana o si solo porque tenía tanto sueño, pero dormí buenísimo. Comí desayuna en mi hotel, como era incluido, y después encontré a mis amigos en la playa de nuevo. Hoy teníamos una excursión planeado de submarinismo en unas cavernas. Embarcamos en una motora que nos llevo a las cavernas donde nos alistamos y comenzamos a submarinar. Todo lo que vi abajo del agua era espectacular, como algo de un planeta diferente. No había muchos peces pero las piedras que consistieron por la caverna eran como unos que nunca he visto. Los colores de las piedras eran de café, azul, rosado, amarillo, anaranjado, y morado, brillando con los pequeños rayos de sol que permitieron de la abertura de la caverna. Después de disfrutar a submarinar por unas dos horas, regresamos a la playa donde relajamos, empapándonos en los reyes del sol. A las tres de la tarde comencé a tener mucha hambre, entonces me levante de la playa a encontrar un restaurante para disfrutar otra paella. Encontré un restaurante rápidamente que sirvieron paella y que no era tan caro. Ordene paella negra que vino con bastantes mejillones y un agua con gas. Mi almuerzo era riquísimo, y de pronto estaba tan llena que ni podía mover. Regrese a la playa para disfrutar los rayos un poco más antes de regresar al hotel para recoger mis cosas y tomar el bus de nuevo a Barcelona. Estaba tan cansada en el bus, gracias al sol, que dormí los dos horas que duro el viaje a Barcelona aunque usualmente me cuesta mucho dormir en todo lo que no es una cama. Cuando llegue a Barcelona, camine a la estación del metro para regresar a mi apartamento. Tenía que cambiar líneas para llegar a casa y en el proceso me encontré con una de mis colegas de Desigual. Hablamos un rato en el metro hasta que finalmente el metro paro en mi parada. Me despedí y camine a mi apartamento para deshacer mi maleta y acostarme a una hora decente para trabajo la siguiente mañana.
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